lunes, 11 de julio de 2011

Mararía


Debo decir que esta novela tenia que haberla leído hace mucho tiempo, pero por una razón u otra siempre la iba postergando, y me decía: ya la leeré. En su día vi la película dirigida por Antonio José Betancort, basada en el libro de su autor Rafael Arozarena.

El éxito que en su día tuvo la novela (1973) sin duda fue por el argumento y su forma de construirla.

Pues bien, era de justicia empezarla y terminarla. Y así fué, desde que comencé los primeros capítulos,  ya no pude parar de leer, pues me atrapó la manera tan realista de narrar del autor. La descripción física de los personajes, el espacio, el lenguaje, todo ese conjunto, crea una ficción que en la mente del  lector, es bastante creíble es decir realista. Otro elemento fundamental es el color, la  riqueza de gamas de color que emplea para describir un paisaje, es fantástica. Rafael capta la realidad con vision de pintor, lo que denota una sensibilidad exquisita.

Mararía,  mujer, amante o bruja pero sobre todo mito.  Símbolo de purificación y de autodestrucción.
La isla de Lanzarote como escenario, un pueblo Femmes y... una mujer que atraviesa el pueblo en sombras.
Y un gran escritor para dar fuerza y perfección a la figura de esta bella mujer. Rafael estableció una relación simbólica entre el personaje y   la isla de Lanzarote

Con el tiempo, cuando hemos leido una novela, a veces nos olvidamos, pero por si acaso aqui dejo constancia de ello, de lo que me cautivo Mararía.

Una novela preciosa de fascinacion, de obsesión, de miedos, de soledad, que trata de presentar  unos hechos, unas historias de manera realista.


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