Este libro de discografía oficial de Joaquín Sabina, titulado "Con buena letra" en el que se reunen todas las letras de sus canciones, llegó a mis manos "volando". Así es, llegó literalmente volando. Explicaré como sucedió, pero primero me remonto a mayo del 2009.
El 25 y 26 de mayo de este año, con motivo de la exposición Written Portrait, de Patti Smith, el TEA (Tenerife Espacio de las Artes ) organizó dos recitales poéticos. El primer día de lectura poética estuvo a cargo de Miguel Ríos y Luis Garcia Montero. Y el segundo día, el encuentro fue entre Joaquín Sabina y Benjamín Prado. La velada estuvo marcada por el humor, el diálogo natural e improvisado, alguna canción y algún poema. El objetivo, hermanar dos artes: la música y la poesía. Hubo espacio para el amor, el desamor, la política.
La expectación que siempre genera Sabina, allá donde va, se puso de manifiesto en la Plaza del Tea. Dos sillones, un whisky, y un aire plagado de humo de tabaco, como escenario para estos dos magníficos "caraduras" de la poesía . Los que nos encontrábamos allí, sentados en el suelo, disfrutamos de una noche divertida.
Al termino; aplausos, risas , fotos, saludos, empujones. En mi mano derecha una maquina para fotografiar el instante, y de repente en mi cabeza y en mi mano izquierda ¡ ZAS ! un fuerte golpe, ...algo venia volando. Era uno de los libros que Sabina había tenido en sus manos. Lanzó algunos ejemplares al aire para el público, pero como yo estaba tan entretenida con las fotografías no me percaté "de lo que me venia encima". Esta es la historia de un "librazo" en la cabeza y un gran encuentro. Una manera bastante original de despedirse.
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